En un tranquilo examen de Biología una alumna se queda pensativa y sin prestar atención, otro alumno se levanta a entregar el examen. En ese momento entra una abeja a la clase, lo cual alborota a todos. La profesora sorprendida pregunta a qué se debe aquel escándalo; la clase, aún alborotada, responde que había entrado una abeja. La abeja se posa sobre el cuaderno de notas de la profesora, la alumna que estaba anteriormente ensimismada toma su mascarilla de repuesto para taparla. En ese momento ocurre un conflicto entre si aplastarla o no, todos se acercan a la mesa para ver lo que sucede y la profesora pide calma; tras esto, la libera fuera de la clase. A continuación, la profesora propone al alumnado buscar información sobre la importancia de las abejas.

Al día siguiente, el profesor de Plástica propone al alumnado dibujar un bosque de papel y tras ello llega la hora de irse. El martes en clase de Biología los alumnos exponen la información que habían recopilado sobre la importancia de las abejas aportando datos interesantes, como su importancia en la agricultura y en la producción de alimentos. Todos salen fuera y los profesores despliegan un gran bosque de papel, ambos profesores exponen que ese bosque sería mucho más grande si las últimas abejas se hubieran protegido de manera adecuada. El profesor de Plástica aplasta unas cuantas abejas de papel y dice que aniquilarlas equivaldría a la desaparición del bosque entero. En ese momento, entre los dos profesores rompen el bosque de papel hecho por los alumnos, que protestan entristecidos por el destrozo. Después, la alumna que se quedó ensimismada recuerda lo ocurrido durante el examen y pregunta en alto: “¿Qué podemos hacer para proteger a las abejas?”

Adrián Doci Tiolan
Pablo Jack Gallego
2º ESO
IES Alkal´a Nahar (Alcalá de Henares, España)